
Es lo que sucede cuando una se pasa el día de fiesta nacional incomunicada con el mundo exterior. Me entero (y como casi de todo) siempre tarde, y la noticia me pilló por sorpresa, y sinceramente, no sé si debido a que ya son muchas perdidas las que me ha tocado vivir últimamente, o simplemente por mi gran pasión por el cine español, lo he sentido muchísimo.
Se ha ido como vivió. Siempre de secundario (que no por eso menos importante), sin hacer ruido, detrás del verdadero protagonista (en este caso la Virgen del Pilar cómo no cederle el protagonismo a tal dama, diría él).
Se ha ido el último de los 4 jinetes, como los suelo denominar yo. Los cuatro han protagonizado la mejor de las escenas posibles de protagonizar, han sido los 4 grandes por excelencia en el panorama del cine español, desde los años 40 aproximadamente hasta el último de sus días, porque la muerte los sorprendió a los 4 casi encima de los escenarios. Siempre he demostrado yo gran admiración por el hecho de poder memorizar esos diálogos a una cierta edad, y encima, hacerlo tan bien.
Agustín González, Fernando Fernán Gómez, José Luis López Vázquez, y ahora, Manuel Alexandre.
Ellos que han estado casi 70 años haciendo películas (ya se dice pronto) y que nos han dejado numerosos y excelentes títulos, los cuáles no voy a nombrar porque me llevaría mucho tiempo y posiblemente, otra entrada en el blog. Leyendo las noticias sobre la muerte de Alexandre, me he sorprendido (y no sé por qué, porque era un todoterreno) al leer que ha realizado la friolera de 300 películas, sumándole las obras de teatros y series de televisión que tampoco han sido pocas. Toda su vida dedicada a esta profesión, a este maravilloso arte de contar historias.
Lo he sentido muchísimo, era como un abuelo, mejor aún, era Don Mati, (¿quién no se acuerda de Don Matías?).
Mi más sentido pésame a la familia, y a todos los que amamos este loco mundo del cine, pues hoy el séptimo arte está de luto.
Hoy el café, esos que tanto habrás tomado durante las tertulias de la Juventud Creadora en el magnífico Café de Gijón de Madrid (C/ Recoletos), cuna de muchos artistas, tiene un sabor triste, aunque por otro lado, pienso que te estarán esperando, a prisa, porque comienza la función y tienes que entrar en escena, Agustín, Fernando y José Luis.
Siempre se van los mejores.
“Soy variable: un café, o un té con gotas, una horchata... Depende de cómo tengo el humor.” (Manuel Alexandre)
2 comentarios:
Me ha gustado lo de los 4 jinetes...me ha parecido muy original. Sí, un secundario muy grande, un gran actor.
Un besazo maja.
DEP....
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