
En fin, al final, y tras ser un poco más persona, la mañana la he pasado trabajando y leyendo, ocupada para que no me invadan los recuerdos en un día como hoy, como ayer, como mañana.
Cada día que pasa, se cree una que va a ir superándolo. Pero cada día que pasa es peor. Es como esa gota que cae en un mar en calma y cada vez la onda que dibuja se va haciendo más grande. Y más grande. Y más grande. Quisiera que no fuese así, pero me da a mí la sensación que voy a tener que empezar a aprender a vivir con ello, a resignarme aunque no quiera, y aunque me niegue a creerlo.
Como diría Queen, “Show must go on”.
Así que aunque no comparta esas creencias, esta noche seré partícipe de esa festividad que llaman Halloween, esta noche me pintaré la cara, me pondré una máscara y saldré a reírme de ella, la que se la llevó, la causante de que vuelvan los recuerdos.
P.D. Ella también se llevó a uno de los grandes. Ayer se cumplieron cien años de su nacimiento, por eso quería compartir sus 3 heridas, aún abiertas, a veces también, aún muy mías.
Llegó con tres heridas:
la del amor,
la de la muerte,
la de la vida.
Con tres heridas viene:
la de la vida,
la del amor,
la de la muerte.
Con tres heridas yo:
la de la vida,
la de la muerte,
la del amor. (Miguel Hernández)
2 comentarios:
Que post más melancólico amiga. Deja que el tiempo meza tu tristeza. Sí, hoy un día raro con este cambio de hora pero niña, cuidate esa garganta.
Saludos maja.
Ains....Te comprendo tanto.....siempre la vamos a extrañar.
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