
Llevo varios días intentado actualizar, pero es que las ideas se me agolpan y las palabras no quieren salir.
Llegó la Navidad, comidas familiares, buenas caras, regalos, apariencia, villancicos. Llegó todo lo bueno y lo malo que ello conlleva. Pero este año todos sabíamos que serían un poco más tristes de lo normal aunque intentásemos disimularlo. Pues bien, no es que no la hayamos echado de menos, es que han pasado tantas cosas que no hemos podido ni parar un momento.
Mi 24 de diciembre comenzó así:
10:00 A la petición de: “Ya que tienes que pasar por mi casa para ir a la reunión, te importa acercarme el regalo de mis padres” y yo contestar que sí. Desviación de camino, aparcamiento, subida escaleras, beso de buenos días, entrega de regalo a sus padres con el encuentro de SU padre en el portal y yo con una bolsa con un regalo dentro: Buenos días.
Baja las escaleras, me dirijo al punto de encuentro.
10:45 No hay nadie.
10:50 Toque a mi jefe en plan “ya he llegado”.
10:55 Llamada de mi jefe diciéndome que qué quiero y que qué hago estando allí tan temprano. Se creía que era una hora menos, sí, como en Canarias.
11:30 Empieza la reunión.
14:30 Termina la reunión.
14:45 Cola del Burguer-Auto (paso de hacer publicidad que no me pagan por eso) para comer algo porque la peluquería la tengo a las 3
15:00 Peluquería.
15:45 camino de esos grandes almacenes (que tampoco me pagan por hacerles publicidad) para ultimar las compras y a recoger mi nueva cámara que ya ha llegado.
16:30 ¡Qué cola para recoger la puta cámara, qué todo el mundo se ha puesto de acuerdo y viene a lo mismo!
16:35 Llamada de mi hermana por si puedo ir a recogerla. Fatalidad al frente (problemas personales, hasta aquí puedo leer)
17:00 Subo para hacer el seguro de mi “camarón de la isla” y me atiende la dependienta-Rudolf, que la alergia la estaba matando y yo con el estrés no daba pié con bolo.
17:35 Me echa más edad de la que tengo y ya no me cae tan bien ¬¬
18:00 Recogida de mi hermana y papelón. Esos momentos en los que no sabes qué decir y sólo te salen comentarios estúpidos para intentar quitarle crispación al asunto.
19:10 Llegada a casa (por fin) damos los regalos, y como suponía mi madre iba a descambiar el mío, no debería de afectarme porque siempre lo hace, en fin.
19:30 –Tienes que recoger a tu abuela que le dije a las 19:00.
- Con lo bien que acababa de aparcar el coche….
20:00 Llegada a casa de nuevo (esta vez de verdad). Mi objetivo: la ducha.
20:30 - Hay que ver que no me has ayudado a preparar nada de la Cena.
Perpleja me muerdo la lengua, a lo mejor mi madre no se ha percatado que acabo de llegar, todo es posible.
20:45 Vemos las actuaciones de Navidad de los alumnos de mi hermana, trae más vino dulce de ese que me regaló mi jefe que aunque llegue tarde a las reuniones, por esto se lo perdono.
21:00 Los 15 minutos más largos de mi existencia, el cámara tenía parkinson y se movía más que “un garbanzo en la boca de un viejo” (expresión malaguita donde las haya).
21:10 Cena. Sí, mi casa tiene que tener algún antecedente anglosajón porque las comidas siempre se hacen a horas muy tempranas.
22:00 Visionado "Especial de Rafael" (¡qué raro!)
22:30 Me tomo un café para aguantar la noche que aún me espera.
23:00 Mi padre llega de trabajar (Bien, ya me puedo ir).
23:05 Convencer a tu hermana de que lo mejor es dormir en casa y así tu no tener que llevarla a la suya que está en la otra punta de la ciudad (20 min en coche) y ya tienes bastante con llevar a tu tío (15 min en coche).
23:10 -¿Me das cobijo para dormir esta noche en tu casa cuándo volvamos de marcha? Si no tengo que dormir en el sofá porque mi casa está over-booking (convencimos a mi hermana)
00:00 De camino en coche hasta mi destino de pernoctación. La sucesión de hechos esperpénticos (cosas que mejor me callo) me hacen pegar gritos y reír a carcajadas mientras voy conduciendo. ¿Qué otra cosa me queda? ¿No me voy a poner a llorar, no?
00:15 Llegada a casa de la persona que más ganas tenía de ver esa noche.
- Hace mucho frío para salir al centro, nos quedamos aquí calentitas y vemos
un capitulillo de “Médium”.
- ¡Vale!
No me lo pensé dos veces, hubiera visto hasta el Sálvame con tal de un poquito de tranquilidad.
En fin. Qué Feliz Navidad a todos. O Feliz Falsedad (como decía el villancico de Ska-p). Yo me siento como en las novelas de Valle-Inclán, con mis Navidades esperpénticas, qué cosas más raras están pasando… sin dudas unas Navidades Inolvidables.
Lo mejor de todo, la escapada romántica-expréss a Antequera. Hacía falta un poco de tranquilidad, de risas, y de abrazos.
"La capacidad de reír juntas es el amor". (Françoise Sagan, adaptada para los tiempos que corren)